O amor está onde nunca imaginamos, e isso Clara pode lhe explicar com toda a certeza, nunca imaginou viver um amor de verdade, aquele amor que te faz sentir bem, onde não se é forçada a nada. Um amor leve. Mas ela sempre viveu no mundo dos livros e tinha como entendimento que amor era apenas em livros, pois não tinha nenhuma referência de amor conjugal. Isso até ele chegar, o rapaz dos seus sonhos, e lhe mostra que tudo é possível, basta de permitir, e sempre lutando contra o amor até por que nunc pensou que viveria isso, até sentir ele na pele. Uma mistura de amor, risadas e intrigas. Que fez Clara se entregar ao amor.
Leer másDespués de ser rechazada por mi pareja el Alfa Kael, me envió a la manada Norte para servirle al cruel y malvado Alfa Ragnar.
–¡Tú no puedes ser mi pareja!
El mundo de Lyra se detuvo.
Las palabras del Alfa Kael le atravesaron el pecho como una lanza afilada. Era imposible. Lo conocía desde que era una niña. Habían crecido juntos. Aunque ella era solo una Omega huérfana y sin loba, él siempre la había tratado con amabilidad. En secreto, lo había amado desde los quince años, desde aquel día en que lo vio transformarse por primera vez al cumplir los dieciocho. Desde entonces, le había rezado cada noche a la Diosa Luna para que él encontrara a su pareja destinada, alguien digna de acompañarlo como Luna.
Nunca imaginó que esa persona sería ella.
El lazo se había revelado horas antes, con una intensidad abrumadora. Lyra había sentido el llamado en lo más profundo de su ser y había corrido a buscar a su pareja, sin saber que era él, cuando lo vio, esperanzada, emocionada y con el mayor éxtasis, temblando de emoción corrió hacía él. Pero en lugar de un abrazo, la esperaba un puñal de palabras.
—Kael, yo sé que esto es inesperado, pero… —empezó a decir con voz entrecortada.
—¡No, tú no sabes nada! —rugió él, con la furia del Alfa vibrando en cada sílaba—. ¡Ni siquiera tienes una loba! No puedes ser la Luna de esta manada.
El golpe fue certero.
Lyra bajó la cabeza. Tenía razón. Ella era una Omega sin lobo, una huérfana criada por un viejo curandero, sin sangre noble, sin pasado glorioso. No era nadie. Y sin embargo, el lazo estaba ahí, palpitando entre ellos como un hilo invisible que tiraba de su alma.
—Lo siento, Kael —susurró.
—¡Cállate! —gruñó él, sentía la atracción, pero se resistía a aceptarlo, Lyra solo era una Omega débil, no podía ser su loba, estaba bien que fuera una sirvienta de la casa, pero una Luna, no ese no era su papel —. Será mejor que rompamos el vínculo de una vez.
Kael dio un paso adelante, alzando la voz de forma cruel…
—Yo, Kael, Alfa de la manada Oeste, te rechazo a ti, Lyra, como mi pareja y Luna.
El aire se volvió pesado. El dolor no fue emocional, fue físico. Lyra sintió que su piel se desgarraba, como si una garra invisible le abriera el pecho. Se dobló por el impacto invisible, tratando de no gritar.
—¡Acéptalo! —le exigió Kael, con frialdad—. No tienes loba, no debería dolerte tanto.
Ella se obligó a alzar el rostro. Las lágrimas le empañaban la vista, pero su voz fue clara, aunque débil.
—Yo, Lyra de la manada Oeste, acepto tu rechazo, Alfa Kael.
En ese instante, el dolor se volcó sobre él. Kael gimió, llevándose una mano al corazón. Sus rodillas golpearon el suelo.
Lyra se estremeció al verlo en el suelo.
—¿Estás bien?
—¡Vete! —rugió, con la voz rasgada por el dolor.
Ella retrocedió un paso, luego otro. Aunque la hubiera repudiado, no podía dejarlo así. Buscó en su bolsa con dedos temblorosos y sacó un pequeño frasco de cristal.
Se acercó con cautela, y lo dejó frente a él en el suelo.
—Es cúrcuma —dijo en voz baja—. Para el dolor. Ayuda a la inflamación y a estabilizar el corazón.
—¡Te dije que te fueras, Omega inútil! —gritó él con rabia, y la palabra “inútil” le desgarró algo más que la carne.
Lyra sintió esas sílabas como cuchillas. Tragó saliva, dio media vuelta y se alejó sin mirar atrás, aunque cada paso la destrozaba más.
Llegó a su cabaña sin recordar el camino. Vivía cerca de la casa de la manada, en una modesta construcción de madera que olía a hierbas y humo de leña. Allí había crecido junto a Romulus, el curandero que la había adoptado cuando era solo una niña ensangrentada y muda, hallada entre los cadáveres de su antigua manada tras un ataque de vampiros. Tenía cinco años cuando la encontraron en un armario escondida, todos los lobos estaban muertos excepto ella, el trauma fue severo que no habló durante un año, las cuidadoras del orfanato estaban tan desesperadas por su comportamiento tan extraño que decidieron ignorarla, hasta cierto punto le tenían miedo con esa mirada vacía, su comportamiento sombrío y sin expresar ninguna palabra, ni siquiera cuando tenía hambre, nadie la quería. Excepto Romulus.
Él la enseñó a sanar con plantas, a preparar infusiones, a leer los signos del cuerpo. Empezó como una distracción y al final terminó por ser la cura para Lyra, al poco tiempo empezó a hablar y se relacionó mejor con los miembros de la manada. Gracias a él sobrevivió, y gracias a él trabajaba en la casa de la manada. Aunque al principio fue para estar cerca de Kael, pero también porque necesitaban el dinero, ya que el viejo Romulus nunca cobraba por su trabajo.
—Lyra. Llegaste temprano —dijo Romulus desde la cocina, se podía sentir el olor a eucalipto —. ¿Cómo te fue?
—Bien, papá —respondió con esfuerzo, esquivando su mirada—. Solo… estoy cansada. Iré a descansar.
Él asintió, aunque la observó con atención. Algo no estaba bien. Pero decidió no presionarla, Lyra era reservada con sus sentimientos, a veces la veía de buen humor, pero luego tenía miedo, como si siguiera en ese armario encerrada, era algo que Romulus nunca logró comprender por más que lo intentó.
En cuanto cerró la puerta de su habitación, Lyra se dejó caer sobre la cama. El dolor la golpeó como una ola. No solo el rechazo, sino el vacío. Era como si alguien le arrancara el alma con garras afiladas.
Sus huesos dolían. Su pecho ardía.
Hundió el rostro en la almohada y dejó que las lágrimas la consumieran en silencio. No podía creer que Kael la hubiese rechazado. Que la hubiese odiado por ser quien era. Ni siquiera le dio tiempo de comprender que eran pareja.
Ahora todo había terminado.
Y por primera vez en muchos años, Lyra pensó que tal vez… no valía la pena seguir viviendo.
Depois de um ano maluco tanto para mim quanto para Aron finalmente chegou o grande dia de lançamento dos nossos livros, era assim que brincávamos. Em alguns momentos ficamos nos olhando sem acreditar em tudo o que aconteceu com a gente, em pouco tempo.Se alguém me falasse que isso iria acontecer, nunca que eu falaria que seria verdade, nunca, mas aconteceu. Nilton não deixou a gente falar com os filhos do autor de forma direta, ele não queria que nossa história alterasse o contrato.— Está pronto amor, — ele estava lindo, como sempre, em um terno, coisa mais linda, ainda não acreditava que esse homem é meu.— Estou meu amor, vamos lá, sei que eles estão loucos para nos ver, já que o Nilton não deixou a gente falar com eles momento algum.— Vamos, — o nervosismo me pegava de jeito.O shopping estava cheio, pelo visto ele fez suce
Minha ficha ainda não havia caído, ali estava ele, o rapaz dos meus sonhos, do meu livro, segurando um buque enorme e um ursinho de pelúcia, e tocando minha música preferida, One Direction Little Things.— Oi amor, estava com saudades. Esse mês me fez pensar que eu realmente quero ter uma vida com você, sei que tudo entre a gente foi muito confuso, rápido, sem explicação, mas agora temos nossa explicação, é o destino nos unindo, colocando tudo o que sentimos a prova, e olha que as provas foram muitas, mas acho que conseguimos passar por todas elas, bom pelo menos pelas primeiras, pois quero viver com você todas elas, para sermos igual a Clara e o Aron dos livros, e viveram juntinhos a vida toda, mas sempre passando por todas as dificuldades ,que todo casal tem, mas que juntos iremos vencer, Eu Te Amo Clara, você entende isso? Você me fez ver que a vida pode ser boa, e que
Aron OnDepois de três semanas sem vê-la, ela entrou em contato comigo, fiquei feliz em poder ouvir sua voz, a saudade dela era demais, mas não queria demostrar isso a ela.Quando ela me ligou meu coração quase pulou para fora do corpo.“Aron? Tudo bem? Podemos conversar?”“Oi amor, podemos sim, pode fala. Estou com saudade.” Sei que não era pra falar isso, mas não resisti.“Também estou... Bom é sobre os livros, sei que você está com um deles, e eu estou com o outro, falei com o Nilton.”“Sim, está comigo, você ficou assustada quando leu?”“Tá brincando, quase tive um treco, meu coração quase parou. Mas quando li me apaixonei, fiquei feliz pela história.”“Eu também, fiquei feliz por saber que
Sonhar com a Clara depois de um tempo era estranho, mas nesse sonho estávamos no bosque que eu sempre lia na Rússia, o bosque do quadro que fiz questão de trazer para o Brasil. Ambos estavam com um livro em mão, e estávamos lendo, rindo, como se fossemos namorados, isso me fez pensar em um dia levar ela para aquele bosque, para que ela pudesse ver o quanto é lindo. Ela iria se emocionar assim como ela se emocionou quando viu a imagem no meu quarto, será que seria a mesma reação, no meu sonho foi.Ao acordar, confesso que fiquei triste, ela não estava ao meu lado, e demoraria um tempo para poder vê-la, a saudade existe e muita, ela pediu para que eu conversasse com ela todos os dias, mas e a vergonha de manda mensagem para ela, fiquei nisso um tempo, até que comecei a trabalhar, em pleno domingo, precisava de alguma coisa para ocupar minha mente, para que não pense nela. Até que fu
Aron OnJuro que tentei focar nos relatórios, mas não consegui, meus pensamentos iam para Clara, passar esse mês longe dela me deixava para baixo, fico lembrando da reação dela ao falar que quero passar o resto da minha vida com ela, ela não sabia exatamente o que falar, existe uma chance de ela ter respondido na hora mesmo, pela cara que ela fez, mas quando lhe falei que queria que tudo fosse leve, ela assustou, foi engraçado confesso.Sábado, 08:00hrs da manhã, e não consegui dormir, primeiro por que fiquei pensando na surpresa que eu iria fazer para a Clara, segundo pelos relatórios que eu tinha que conferir para segunda-feira. Fazendo as leituras dos relatórios, vi ter um autor ali que eu conhecia bem, assustei, Wilke Alves, pelo o que vi ele já havia falecido há um tempo, e se não me engano uns 20 anos, então como teria um livro novo dele, v
Minha cabeça continuava a girar de uma forma inexplicável, passei a noite acordada, com toda certeza que tenho olheiras enormes, maquiagem nenhuma cobre isso, que raiva.Primeiro, a declaração do Aron, que para mim, foi surpresa, mas, sei lá, sabia que tudo teria o tempo certo de acontecer, e nunca imaginei que fosse ser tão rápido, não lhe falei sim ou não, mas o susto que levei foi grande, e vi em seu rosto que estava feliz com aquilo, que era, perdão, é o que ele quer, e eu também quero, mas o medo de me entregar me corrói por dentro, mesmo que ele sempre seja carinhoso e romântico comigo, ainda tenho medo, isso me perturba.Segundo, o pedido de desculpas do Lucas, algo aconteceu para que ele viesse me pedir desculpas assim, ele não iria falar comigo do nada, desde o ocorrido não havíamos trocado mais nenhuma palavra, eu havia deixado claro que n&ati
Último capítulo