Capitulo 40. Caras vemos, corazónes no sabemos.
Capítulo 40.
Caras vemos, corazones no sabemos.
Rosaura, al notar su enojo, no hace más que sentarse; pasa saliva al ver cómo él se aproxima a ella, dejando unos documentos sobre el escritorio.
— Firma las dos primeras hojas y el resto es tuyo.
Rosaura mira el documento, “Compromiso del contrato”.
— ¿Puedo saber qué es?
— Lo que lees es el compromiso de contrato, en el que te comprometes a trabajar para mí a cambio de tus beneficios. ¿Quieres estudiar? Trabajarás para mí. ¿Quieres ropa? ¿Zapatos? ¿Comida y techo? Trabajarás para mí, te encargarás de un proyecto de la marca, harás el diseño y me lo vas a presentar a mí en un mes. Si lo haces bien, te daré otro; esos proyectos son muy bien pagados y no tienen diferencia a lo que estudias. Lo harás hasta que firmemos el divorcio; luego hablaremos de ello. Firma ahora o puedes simplemente olvidar la universidad.
Ahí estaba él de vuelta; no sabe qué hizo, pero el corazón se estrujó con esa mirada que causa dolor en ella