Volviendo a la mansión Koyama
Los autos ingresan a las entrada principal de la mansión. Karen puede ver a través por los ventanales a Halia y su padre bajarse de los vehículos escoltados por varios hombres.
- ¿Debes de conocerlos de hace mucho tiempo? - Indaga Alba viendo hacia el mismo lugar.
-A Halia… Desde siempre, a ese señor… Desde que nos persiguió en la playa. Él y sus hombres desarticularon por completo nuestros grupo, apenas Álvaro y yo pudimos escapar.
-Que tonta, porque no usaste a Halia para acercarte a él- Karen la vuelve a ver enojada.
-Que estupidez dices, estaba harta de que los hombres me usarán, no iba a permitir …- Karen analiza sus palabras primero y decide callar.
Alba se le acerca con una sonrisa socarrona y hablándole al oído.
-Con ese papacito, al menos te hubiera ido bien. Eres tonta Karen- Se aleja para seguir viendo a través de la ventana.
- «Yo por el contrario no soy tan tonta»- En su mirada hay un extraño brillo.
Mientras tanto Cora está entretenida ayuda