Volviendo a la carpa médica.
Atsushi se les acerca con cara de pocos amigos. Ignorando por completo a su padre. Halia conduce a Liam a la camilla, con suavidad le quita el chaleco. Su tórax está cubierto por una camisa de mangas ajustada al cuerpo.
Liam por más que trata de ocultarlo, no puede evitar sentirse feliz del toque de Halia. Su cercanía, poder percibir su olor. Solo ese instante para él pagaba todo lo que había aguantado de dolor.
Halia observa una herida extensa que cubre el hombro y brazo evidentemente por un arma punzo cortante, sin embargo tenía un sangrado leve.
Halia acerca el recipiente plástico de almacenamiento de equipo médico. Y un banco para sentarse frente a él. En su rostro hay gran preocupación.
- ¡Hey! cambia esa cara, sabes que me he visto en peores- Le dice Liam para tranquilizarla.
-Si, eso es cierto. Y siempre ha sido por mi culpa- Dice con congoja.
-Hey, no digas eso. Estoy grande, él cuidarte ha sido mi decisión- Halia no aguanta su mira y baja la cabez