Volviendo a la casa Koyama.
Atsushi observa como bajan las dos mujeres por las escaleras.
-Veo que están mejor tus pies- Le dice Atsushi sin quitarle la vista.
-Use magia, medicina oriental y la medicina de Julián para recupérame. Pero no me he podido hacerme cargo de las fisuras de las costillas, como el foco es en la espalda- Dice Halia agotada.
-Belinda trae mi botiquín. ¡Por favor!
- ¡Si, señor!
-Tenemos un poco más de media hora antes que llegue los Lombardo. Tratare de aliviarte y apresura a que sanes.
-Gracias Bàba- Halia se le acerca y lo abraza. Necesitaba sentir el calor de su cuerpo. Cuando discutieron hubo un momento que pensó que no lo volvería a ver, luego la angustia que lo hirieran se apodero de ella.
Atsushi le corresponde el abrazo, con un poco de fuerza.
- ¡Augh!
- ¡Lo siento! - Se disculpa Halia.
-No pequeña. El que debe disculparse soy yo- Le dice Atsushi preocupado.
-Aquí esta su botiquín- Lo interrumpe Belinda.
-Vamos al despacho. Belinda nos avisa cuando llegue