Samantha entró en el estudio de Pietro con un vestido celeste entallado que resaltaba su busto y lucía sus piernas.
- Pietro, mi abogado me llamó, me exige ir a la oficina – comenzó a hablar desde la puerta – le expliqué que tú no me dejas salir de casa porque no es seguro ¿Podrías llamarle y arreglar todo esto por mí?
- Hazlo tú misma
- ¿Qué…? – no le sorprendía la indiferencia de Pietro, pero no esperaba esa respuesta
- Ya puedes irte
- ¿De qué estás hablado?
- Luca te llevará a tu casa
No. No podía volver a su casa como si nada.
Era la última oportunidad que tenía para salvar su vida tal y como la conocía.
Había traicionado a Pablo al esconderse en la mansión Vermont con Pietro, además Loren’s Cosméticos estaba al borde de la quiebra y la única manera de mantener a los inversionistas a raya, era sosteniendo una relación que nunca tuvo con Pietro.
- Pero, dijiste…
- Sé lo que dije
- ¿Es por lo del beso del otro día? – le preguntó, nerviosa
- Luis – habló por lo alto, ignorándola
- P