Capitulo 3.

—¿Entonces no te dió permiso? —preguntaba Charlotte deprimida, al otro lado de la llamada.

—Si Charlie discúlpame con tus padres lamento, haberlos hecho gastar en mi boleto lo... —Quedé con las palabras a medias, pues mi hermana entraba a la habitación.

—Charlie hablamos luego aún no termino mis deberes de matemáticas.

Charlotte se despidió de su amiga y está después finalizó la llamada.

Juliette dejó la canasta con ropa limpia en la cama, para luego sentarse frente a su hermana menor, de verdad debían tener una charla.

—Así que los señores Shinomoto habían ya comprado tu boleto señorita. —Más que pregunta era una afirmación.

—Si bueno hermana te lo dije Charlotte y yo teníamos planeado este viaje, como ya tenía tu permiso, los padres de Charlotte habían comprado los boletos y recuerda tú firmaste mi permiso de viaje. —Dije con simpleza no quería hablar mucho del tema, saber que no viajaré me ponía desanimada.

—¡Gabrielle me haces quedar como la bruja del cuento! —gritó Juliette molesta levantándose de la cama.

—Hiciste algo mal y yo no puedo premiarte, por tus faltas señorita. —Decía la mayor de las pelinegras molesta.

Miré confundida a mi hermana, no entendiendo del todo a qué se refería con ser la bruja del cuento, es decir si me enojé y me entristecí, pero no había nada que hacer y no iba a molestarme mas con mi Jul.

—Hermana yo no he dicho eso que dices, si me castigaste por pelearme en la escuela, ya ni modo. —Me encogí de hombros tomando mi cuaderno de ejercicios sentándome en mi escritorio, si terminaba pronto podría escuchar a Helios y a sus amigos tocar sus canciones.

—No hace falta decirlo Gabrielle con tu expresión lo dices todo, escucha no se como ser una madre, solo intentó hacer lo que puedo y merecías un castigo.

Las palabras de Juliette fueron la gota que derramó el vaso, me levanté del escritorio para quedar frente a ella.

—No hermana ya está bien asumí mi castigo, por pelearme con Higgins y bueno ya no hay vuelta atrás. —Dije tomando la perilla de la puerta para salir de la habitación no tenía ganas de discutir con Juliette.

—Tú lo ves fácil me da pena con la familia Shinomoto que ya pagaron lo del viaje. —Dijo Juliette cruzándose de brazos.

—Si lo que te molesta es eso no te preocupes, no diré que me castigaste y pues tomaré un trabajo de medio tiempo y así pagaré a la familiav de Charlotte. —Dije saliendo de la habitación, a veces no entendía a mi hermana.

Juliette salió de la habitación que compartía con su hermana,

—¡Enana espera! —llamó la pelinegra mayor—, creo que habría reaccionado como tú Gabrielle, quizás la decisión de castigarte quitándote ese viaje fue mucho eso quiere decir que...

Juliette no terminó de hablar cuando la pelinegra, de coletas le dió un efusivo abrazo, que casi la hace caer al suelo.

—¡Ah! ¿Podré ir...? —grite eufórica mi hermana me regaló una sonrisa y asintió como respuesta.

—Pero a tu regreso seguirás castigada señorita.

Dijo mi hermana picando mi nariz.

—¿Me das permiso de ir a casa de Charlotte y contarle?

—¿Y tus deberes? —pregunto Juliette arqueando sus cejas cruzándose de brazos.

—Los haré en casa de Charlie.

—Dije corriendo a la salida.

•••

Recordé que hoy Helios y sus amigos, tendrían ensayo caminé de regreso y subí las escaleras, allí estaba él cantando y tocando la guitarra.

Afortunadamente la puerta estaba entre abierta, caminé despacito, abrazando mi cuaderno contra mi pecho, su voz era hermosa desde niño la música fue su don. Aunque decía que sería médico como su padre y como muy pronto lo sería su hermano Artemis.

—¡Bo! —dijo alguien haciéndome dejar caer mi cuaderno al suelo del susto, también había pagado un gritito.

—Hola pequeña Gabrielle ¿Te asusté?

—Art... Artemis ¿Qué haces aquí? —fue lo único que atiné a decir «¡Pero que tonterías dices está es su casa! Cómo puedes preguntar esa tontería!» me auto reprendí mentalmente.

—Vine a pasar unos días de vacaciones. —Dijo el pelinegro rascando su nuca nervioso.

Me percate que a lado de Artemis estaba una muchacha, de tes morena, hermosa y de apariencia exótica.

La joven dió un carraspido llamando la atención del pelinegro. —¡Ah olvide presentarlas! —dijo Artemis aún nervioso.

—Lo haré yo Artemis —dijo la muchacha con una sonrisa—, mi nombre es Sofia Russo amiga de Artemis y compañera de la universidad ¿Tú debes ser Gabrielle verdad...?

—Un gusto si mi nombre es Gabrielle Dupont, bueno tengo prisa ya debo irme, me alegra que estés aquí Artemis.

—Dije para luego irme antes de que Artemis comenzará hacer preguntas.

—¿Por qué no dijiste que eras mi novia Sofia? —preguntó Artemis confundido.

—No lo sé Artemis te veías tenso, prefiero esperar que lo digas tú mismo, cuando estés cómodo no quiero ser intensa.

—Decía la morena besando la mejilla del pelinegro.

Artemis entró con Sofía tomada de la mano, Helios al ver a su hermano y a la muchacha tomada de la mano dejó de tocar, Abel y Luck hicieron lo mismo.

—¿Cuando llegaste?

—preguntaba el rubio de coleta emocionado, por ver a su hermano mayor.

—Acabo de llegar me quedaré aquí por las vacaciones, por cierto acabo de ver a tu noviecita. —Dijo Artemis riendo recordando a Gabrielle ser descubierta por él.

Helios enarco una ceja confundido, colocó la guitarra en su lugar y tomó asiento. Luck y Abel hicieron lo mismo y Artemis también los saludo.

—¿Cuál novia? ¡Oh no, no, no!

—dijo Helios entendiendo a que se refería Artemis—, Gabrielle es como mi hermanita, que raro no la vi ¿Tú eres la famosa Sofia? —cuestionó el rubio observando a la hermosa joven sentada frente a él.

La morena asintio haciendo una pequeña reverencia —mucho gusto me alegra por fin conocerte en persona. —Dijo la morena con una sonrisa genuina.

•••

Tres días habían pasado, corría a la preparatoria, donde estudiaba Helios lo invitaría a ir juntos al festival de naciones, todo lo llevaba planeando desde que fui a ver a Charlotte para darle las buenas noticias, de que si iría a París.

No ví a Helios pero si a sus amigos corrí apresurada a verlos y preguntarle dónde estaba el rubio.

—Hola chicos ¿Saben dónde está Helios?

—No pequeña de seguro en el club de música, como mañana es el festival ellos tendrán una presentación. —Respondió Abel con amabilidad.

—Gracias Abel. —Dije para ir al aula de música.

Iba tan rápido que me tropecé con alguien, caí de sentón al suelo. —¡Auch! —me queje cerrando los ojos con fuerza para aguantar el dolor del golpe.

—¿Estás bien?

Abrí mis ojos y vi una mano extendida era una muchacha pelirroja, por su vestimenta era una animadora.

—Si estoy bien. —Respondí aceptando su mano que ofrecía para ayudarme y ponerme de pie.

—Disculpa iba rápido y no me fijé por dónde iba.

Me disculpé e hice una reverencia apenada.

—No te preocupes no eres la única en estar distraída. —Dijo la pelirroja con una sonrisa.

—Eres de la secundaria ¿Te puedo ayudar en algo? —se ofreció amablemente la pelirroja.

—Gracias eres muy amable pero tranquila estoy bien, vine a traerle algo a un amigo.

—Bueno pero trata de no ser vista por un maestro, todos andan muy ajetreados con el festival.

—Gracias por decirme...

—Quedé a medias recordando que esa chica, no me había dicho su nombre.

—Mi nombre es Lara Spencer soy de primer año de preparatoria, si me necesitas búscame con las animadoras, o en el club de cocina. —Decía la muchacha despidiéndose.

Pase por las canchas y allí estaba Helios, sentado en las gradas con su guitarra, era inevitable que mi corazón se acelerara con su cercanía.

Acomodé mi uniforme, algo desordenado por correr «¡Es ahora o nunca Gabrielle Dupont!» me di ánimos para seguir con mis planes de confesar mis sentimientos.

Ya frente a él mis nervios volvieron, noté que escribía algo, estaba a punto de retirarme pero Helios alzó su azulada mirada percatandose de mi presencia; quería que me tragara la tierra.

—Gabrielle ¿Qué haces aquí?

—preguntó él extrañado por la presencia de la pelinegra.

—Yo este verás yo t... tú este tú...

—¡Me sentía tan tonta, mis manos sudaban, no era capaz de terminar una oración! «Dios esto no era como lo había planeado».

—¿Si Gabrielle? —preguntó Helios alzando una ceja ignorando el mar de sentimientos y emociones de su amiga de coletas.

—¡Quieres ir conmigo al festival? —dije deprisa las palabras salieron atragantadas.

—Ah era eso haber empezado por eso Gabrielle ya me tenías nervioso. —Dijo el muchacho con una sonrisa de alivio.

—Bueno disculpa ¿Quieres ir o no conmigo al festival?

—pregunté súper nerviosa esperando una respuesta afirmativa.

—¿Vendrás con algún traje francés?

—Eh si ¿Por qué? —pregunté confundida.

—No por nada te has de ver linda en vestido, claro si acepto debo cuidarte de seguro te verás muy bonita y se te acercarán muchos tontos; debo cuidarte.—Decía Helios con una voz sería y protectora...

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