CAPÍTULO 20. Volverte a ver
[ANDY]
En sus ojos, puedo ver confusión, enojo, pero en el fondo también logro ver... ¿Tristeza? ¿O desilusión? Tal vez esperaba a alguien más, como a Andy.
«Tú eres Andy», dice esa voz en mi cabeza.
Lo sé, parezco loca, soy yo, pero... este cuerpo no es el que él quería ver. Sigo indagando en sus hermosos ojos, después de todo, los ojos son la puerta al alma, ¿cierto? Y puedo ver...
Tal vez un poco de alivio, pero... por alguna razón hay algo más en su mirada que no logro descifrar, que me confunde en gran manera. Su vista sigue fija en mis ojos, como si él, al igual que yo, me estudiara a fondo.
¿Qué hace aquí? ¿Es él el nuevo socio? ¿Mamá lo sabe?
Esas y otras dudas más llenan mi cabeza en cuestión de segundos.
Podría seguir mirando esos hermosos orbes grises toda la vida.
Porque a pesar de que éste no es mi cuerpo, y que él ha cambiado...
(Por mi culpa) lo reconozco.
Nuestras almas siguen siendo las mismas, y seguimos estando amarrados, perteneciéndonos como antes, y unidos ahora