Capítulo 81
Rebeca y Ana consiguieron volar la cometa y estallaron en carcajadas de felicidad.

Al ver la sonrisa de Rebeca, los ojos de Hugo brillaron.

Rebeca se dio cuenta de la mirada que le dirigía y preguntó insegura: —¿Qué pasa?

—Nada.

Rebeca entonces no hizo más preguntas mientras se llevaba a Ana un poco más lejos y Hugo observaba desde una corta distancia, sin involucrarse.

Cansada de volar cometas, Rebeca se sentaba con Ana junto al lago a pescar, o se agachaba para estudiar los diminutos peces que nadaban en el pequeño estanque de un quiosco y luego intentaba capturarlos con una red.

Pronto era mediodía.

Hugo solo pensaba llevar a Ana a dar un paseo, por eso no habían traído comida como los demás, pero ahora que era la hora de comer, y viendo que Ana tenía hambre, Hugo le propuso comer en un restaurante cercano.

Rebeca se relajó mucho y estaba de mucho mejor humor que antes, y no rechazó la oferta de Hugo.

Durante la comida, Rebeca pasaba más tiempo hablando con Ana.

Hugo, viendo que se
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