Después de pescar durante más de media hora, Carolina perdió el interés y quedó cautivada por los deslumbrantes arrecifes de coral.
Al saber que no podía recolectarlos, se sintió decepcionada durante bastante tiempo.
Uno de los parques infantiles de la isla tenía una decoración de inspiración punk que le encantaba.
Después de bucear y cenar, sus padres la llevaron de vuelta al parque infantil.
Después de probar algunas atracciones, quizá al darse cuenta de que Rebeca la había estado acompañando todo el tiempo, le tomó la mano y le dijo:
—Mamá, ¿te apetece subir a la noria? ¿Vamos?
A Rebeca le gustaba la noria, ya que ofrecía una vista panorámica de toda la isla.
Al oír la sugerencia de su hija, ella asintió con la cabeza.
La niña preguntó entonces:
—Papá, ¿vamos?
Logan miró a la mujer antes de levantar la vista hacia la noria.
—Vamos.
La iluminación y la decoración del lugar estaban claramente inspiradas en el punk.
A medida que la noria ascendía, el paisaje circundante se desplegaba a