—Esto... esto...
Los invitados reunidos intercambiaron miradas de desconcierto.
El señor Roble sospechaba del interés de Logan por Rebeca, pero no había previsto una demostración tan abierta de sus intenciones...
Aclarando la garganta, ofreció una sugerencia:
—Espera, señor Lafuente, la señorita Estrella y una de las ingenieras de Tylerty se llevan bastante bien. ¿Quizás ella podría acompañarla arriba para cuidarla?
Al oír esto, el resto del personal de Tylerty asintió apresuradamente:
—Sí, tal vez...
—No se molesten —dijo Logan, mirando al personal de Tylerty—. Si les preocupa, pueden informar al señor Figueras.
Con eso, no dijo nada más. Cargando a Rebeca, que dormía, se dio la vuelta y se marchó.
La multitud se quedó paralizada, momentáneamente desconcertada por el significado de sus palabras.
Aun así, un asunto tan importante exigía informar a Cristian.
Uno de ellos se puso en contacto con él de inmediato, balbuceando los detalles.
Cristian mordió con fuerza sus muelas, pero su voz