Borja también la vio.
Pero ambos solo podían distinguir la espalda, no el rostro.
Harry supuso que era Natalia.
Después de todo, ella y la hija de Logan eran muy cercanas.
El hombre observó por un momento, viendo a Carolina lanzarse felizmente al abrazo de la figura. Apartó la mirada y le dijo a Borja:
—Vámonos.
Borja también había supuesto que era Natalia. Al oír las palabras de su amigo, se sorprendió un poco:
—¿No vas a ir a saludarla?
Harry no dio más explicaciones, se limitó a decir secamente:
—Vámonos.
Se dieron la vuelta y se alejaron.
Rebeca, por su parte, no se había fijado en ellos en absoluto.
Mientras tanto.
En la casa de los Mena.
Eran las cinco de la tarde.
Natalia marcó el número de Logan, con la esperanza de invitarlo a cenar.
La llamada se conectó, pero no hubo respuesta.
Pasaron veinte minutos sin respuesta por parte de Logan.
Sostuvo el celular en silencio durante un rato, y finalmente decidió no volver a llamar.
Momentos después, bajó las escaleras para tomar algo d