Logan había estado muy ocupado últimamente. Ni siquiera había terminado de comer cuando volvió a sonar el celular.
Cuando Logan salió de nuevo para atender la llamada, Natalia pareció recordar algo y le dijo a Carolina: —Oh, Carol, como el lunes empiezas el colegio, yo te llevaré.
Carolina se mostró en dilema: —Lo siento, Nati, ya le he pedido a mamá que me lleve al colegio. Ella ha aceptado.
—Ah.
Natalia no insistió en el tema.
***
El domingo por la noche, justo cuando Rebeca había terminado de cenar y se disponía a descansar, Carolina llamó por celular.
En cuanto Rebeca respondió, Carolina soltó: —Mamá, papá y yo iremos a tu casa mañana por la mañana. Así podrán llevarme al colegio todos juntos.
—Muy bien.
A la mañana siguiente, poco después de que Rebeca terminara de desayunar, llegaron Logan y Carolina.
Cuando Rebeca tomó las llaves del auto para salir, Carolina, que ya estaba bajándose del vehículo, la empujó hacia el auto de Logan. —¡Mamá, no hay tiempo! Sube rápido.
Rebeca prote