Esa misma tarde, cuando Rebeca se disponía a salir del trabajo, Carolina la llamó.
Mañana era sábado y Carolina la llamaba para que fuera a verla.
Pero mañana no estaba disponible.
Tenía que hacer un viaje a la residencia de ancianos con Úrsula para consultar con el médico la medicación de su madre para su tratamiento.
Así que ni siquiera contestó a las llamadas de Carolina.
El sábado, al llegar a la residencia, Selena estaba aún más delgada que el otro día, con el pelo seco y muy pálida.
El médico le explicó: —La medicación para tratar su salud mental le estaba perjudicando el hígado y los riñones, antes no era para tanto, pero con la insuficiencia de sus órganos ya no es conveniente, así que suspendimos parte de la medicación, y estos días, su estado mental no está muy bien, además está tomando antibióticos para tratar la insuficiencia de sus órganos, así que su cuerpo está muy cargado ahora mismo...
Rebeca apretó con fuerza su bolso durante unos instantes mientras asentía con la cab