Sin embargo, José y su compañía ya se habían girado para subir y no vieron a Cristian, que acababa de bajar del coche.
Cristian retiró la mirada y se acercó a saludar al señor Donato.
Tras saludar al señor Donato, se disponían a subir cuando llegó Logan.
Acababa de bajarse del carro y el señor Donato se sorprendió al verle: —¡Señor Lafuente!
La cara de Logan no cambió al ver a Rebeca y Cristian, sonrió levemente y estrechó la mano del señor Donato que caminaba hacia él: —¿Cuándo llegó a Fassumi?
—Acabo de llegar. —El señor Donato se rio: —La última vez dijo de quedar cuando tenga un hueco, me pregunto cuándo estará libre... ¿Por qué no cenamos esta noche...?
Logan: —Hoy tengo la agenda llena, hagámoslo en un par de días.
—Claro, me parece bien.
Mirando a Logan y al señor Donato que intercambiaban cumplidos, Cristian rozó sus labios y susurró: —Solo he tenido medio mes en paz, y ya nos volvemos a encontrar con esta gente.
Rebeca no dijo nada.
Pero, sí, hacía medio mes que no veía a Loga