Hugo sabía dónde estaba esa pastelería.
Tampoco fue a esa pastelería después de que Rebeca se fuera.
Subió al carro y tras un momento de duda, marcó una llamada: —Kevin, ya he vuelto, tengo que tomar un avión más tarde, pregúntale a Logan si está libre, si no lo está, acompáñame tú al hospital dentro de un rato para ver cómo está Natalia.
Kevin se sorprendió: —¿De verdad has vuelto? ¿Cuándo has vuelto?
Hugo no contestó a su pregunta: —Anda, llama y saluda a Natalia a ver si luego le viene bien.
Kevin estaba a punto de preguntarle a Hugo por qué no llamó él mismo a Logan y Natalia. Pero pensándolo mejor, supuso que Hugo debía tener otras cosas que hacer y mucha prisa, y como tampoco había visitado a Natalia todavía hoy, aceptó sin pensárselo mucho.
Logan no estaba disponible.
Después de colgar, Hugo compró un ramo de flores y una cesta de fruta y se dirió al hospital para encontrarse con Kevin.
En la sala del hospital.
Al verle, Natalia sonrió y preguntó: —¿Por qué has vuelto de repente