Cristian seguía resoplando cuando salió de Furense y subió al coche.
Como si se le ocurriera algo, le preguntó a Rebeca: —Por cierto, ¿quién es esa chica que estaba detrás de Natalia con traje profesional? Vi que te miraba con antipatía, ¿se conocen?
Rebeca: —Es la prima de Natalia.
Cristian no sabía qué decir.
—¿Logan no solo dejó que Natalia fuera a Furense, hasta trajo a su familia? A este ritmo, no me extrañaría que regalara Furense a los Mena en el futuro.
Rebeca pensaba lo mismo.
Ella dijo: —Sí.
Con el amor de Logan por Natalia, a Rebeca no le sorprendería que acabara regalando Furense a Natalia.
No era nada que una Rojas trabajara en Furense.
Cristian sintió que no podía decir nada más, pues decir más solo le enfadaría más y más.
Por la noche, Rebeca y Cristian llegaron tarde a casa porque tardaron en replicar el estado del motor de Furense.
De camino a casa, empezó a nevar.
Al llegar a casa, Rebeca se disponía a entrar en el cuarto de baño para ducharse cuando sonó su celular.