Carolina no había notado la frialdad en el rostro de Rebeca y se sintió aliviada al oírle decir eso.
Después de que Jorge le diera el regalo a la anciana, Rebeca también se lo entregó.
Lo primero que le entregó fue el cuadro: —Este cuadro es el que Esperanza le hizo preparar a Logan.
La anciana lo tomó, lo abrió y lo miró un momento; el regalo le había llegado al corazón, por así decirlo, y quedó satisfecha, diciendo: —Muy amable de su parte.
Rebeca entregó de nuevo la joya de esmeralda a la anciana: —Es de parte de Logan.
Este conjunto esmeralda estaba en muy buen estado.
A la anciana sí le gustó, pero como era de Logan, solo le echó un vistazo, luego cerró la tapa y la dejó a un lado, diciendo débilmente: —Es muy bonita, dale las gracias de mi parte.
No preguntó ni una sola palabra sobre si se presentaría a felicitarla en persona.
No se molestó en preguntar o no quería preguntar.
Rebeca sabía que no le gustaba Logan, y si hubiera sido antes, habría hablado bien de Logan.
Ahora, en lu