Daniel acomoda su chaqueta.
- Llegaste rápido.
Anna dice entre nervios. Thomás la mira entrecerrando los ojos.
- Acabo de decir que ya no hay salida.
Anna sonríe.
- ¡Oh! Cierto.
El ambiente se torna pesado por un momento.
- Daniel ¿Qué haces aquí?
Daniel reacciona.
- Vine a visitar a Anna. A visitarlos. Todos en la casa preguntan por ustedes.
Thomás sonríe de mala gana y rasca su barbilla.
- ¿A eso viniste?
Thomás se apresura a sentarse, toma el periódico y empieza a leer. Daniel se sienta lentamente.
- ¿Por qué se fueron sin decir nada?
Anna aprovecha la platica para ir a la cocina.
- No tenemos nada que hacer en ésa casa.
- ¿Tuvieron algún problema? Yo puedo...
- ¡Ey muchacho!
Thomás señala a Daniel con el dedo. Anna que está en la cocina da un respingo.
- No nos interesa trabajar en ésa casa. ¿Lo entiendes? Y mucho menos si tú estás allí.
Daniel mira a Thomás con atención.
- ¿Yo? Pero sólo soy un simple sirviente.
Thomás suelta el periódico y lo coloca a un lado del sillón.
- Vet