AVRIL STEEL
Cuando desperté me tallé la cara con fuerza. Me sentía tan cansada que deseaba pasar el resto del día en la cama. Me senté sobre el colchón y al principio me asusté, pues la habitación se me hizo completamente desconocida. Al bajar mi atención hacia el vestido que portaba, recordé la fiesta y el viaje en avión. ¿En qué momento me había quedado dormida?
Bostecé casi hasta dislocar mi mandíbula y entonces vi un hermoso vestido azul colgando de un gancho. Iba acompañado de unas lindas zapatillas. Se veía más cómodo que mi vestido largo y mis tacones de más de diez centímetros.
Me asomé al baño y noté que tenía todo para disfrutar de burbujas en una enorme tina. Sin dudarlo, la llené de agua tibia, vacíe un par de sales de azahar y lavanda y me sumergí, tentada a quedarme dormida una vez más.
↓
No sabía dónde estaba John, creí que tocaría a mi puerta, pero el tiempo pasaba y eso no ocurrió. De pronto noté que mis anillos de compromiso y boda no estaban. ¿Se me habrían