AVRIL STEEL
Giré sobre mis talones y lo enfrenté, llena de odio. —¿Qué haces aquí? ¿Qué más quieres? ¡Ganaste! Siempre ganas. ¿Planeas regodearte?
Me vio con lástima y avanzó manteniendo las manos en sus bolsillos, inspeccionándome con atención. —Lamento lo de tu abuelo… —dijo en un susurro, aumentando mi indignación.
—¡¿Lo lamentas?! —grité furiosa—. ¡Tú lo mataste!
—Él se puso en mi camino… Yo no quise lastimarlo —contestó como si hubiera algo de arrepentimiento en el fondo de su alma, pero sabía bien que esa era una palabra que él no dominaba.
—¡Mentiroso! ¡Cretino! ¡Maldito! —volví a gritar, saliendo de mis casillas, víctima de mi desesperación—. ¡Lo mataste y te quisiste robar a Amber!
—¡Todo es tu culpa! —exclamó perdiendo la paciencia, tomándome por sorpresa—. Tú decidiste quitarme a mi hija, tú decidiste huir, tú decidiste volverte una puta en cuanto firmé el divorcio. ¡Yo quería arreglar las cosas! ¡Estaba arrepentido! ¡¿No me merecía tu perdón?!
—¿Estás consciente d