Mundo ficciónIniciar sesiónLa madre de Cristina seguía mirando fijamente al hombre frente a ella.
Ese rostro.Ese gesto involuntario al fruncir el ceño.Era como mirar un reflejo que había intentado borrar durante años.—No… —murmura, apenas audible—. No puede ser…Antes de que pudiera decir algo más, una voz firme corta el aire del pasillo.—Pero señora, ¿qué hace usted aquí?Ambos giran la cabeza.Una enfermera se aproxima con el ceño fruncido, claramente alarmada al ver a la paciente fuera de su habitación y apoyada en un desconocido.—Usted no debería estar fuera de su cuarto —continúa—. Está bajo observación, ¿cómo salió?La mujer intenta zafarse del agarre, incómoda.—Suélteme —espeta—. No necesito niñera.La enfermera se acerca y toma a la mujer del otro brazo, alejándola de Salvador.—Señora, por favor —dice con tono autoritario—. Tiene






