Mundo ficciónIniciar sesiónDos años atrás, para nadie era sorpresa que el hijo del señor Meyer hubiera heredado las grandes habilidades de su padre cuando estaba a cargo de Lácteos Meyer. Sin embargo, lo que realmente dejó a todos los empleados impactados fue conocer en persona al nuevo director. Se sabía que el padre había sido un hombre atractivo, de porte imponente… pero el hijo, Dios santo, era como haber multiplicado todo aquello que hacía impresionante a su progenitor.
Pero no solo eso llamaba la atención. Se decía que un hombre como él debía estar al lado de alguien igual de impresionante: elegante, guapa y con un aura que combinara con la suya. Muchos empleados pensaron que solo una supermodelo podría encajar con él. Y cuando Mónica ingresó a la empresa por recomendación de Cristina, todo el mundo los idealizó como la pareja perfecta: el jefe guapo, inteligente, adinerado… y la modelo hermosa que arrancaba suspiros allí donde iba.Y claro, Mónica lo sabía muy bien. Le encantaba






