Le pedí a Elliot que demorará todo lo que quisiera en conducir, claro, necesitaba ir rápido a ver a mi tía pero quería postergar lo más que pudiera hablar con David, no sabía por dónde empezar, en sí, no sabía que decirle. Los nervios me atacaron antes de tiempo, como la mayoría de las veces, sin embargo debía calmarme y comportarme como toda una mujer hecha y derecha