Adara Santoro
El médico había otorgado que la pastilla fuera retirada ya que mi cuerpo aún no estaba al cien por ciento acostumbrado así que la había dejado de tomar hace ya días.
Hades permanecía ocupado la mayor parte del tiempo, pero siempre en las noches trataba de remediar su falta de atención a pesar de lo cansado que podría encontrarse.
Y ahora mismo trataba de recompensar que ayer había trabajado hasta altas horas de la noche. Ambos estábamos acostados en la cama aún.
Empiezo a llenar su cara de besos solo para molestarlo ya que el odiaba a veces tanto afecto.
—Adara —se queja tratando de apartarse
Rei mientras que seguía besando su rostro y Hades logró apartarse luego de unos minutos, arrugó su entrecejo mientras que me miraba.
—¿Qué pasa?—sonrio
—Eres empalagosa a veces
—Lo se, pero admite que te gusta—le sonrio
El solo niega y cruzó de piernas quedando en una posición india. Hades solo me mira fijamente.
—¿Cuándo volverá a venir Nikolay? Ya lo extraño—le menciono
—No puede