Adara Santoro
Tuve que dejar atrás mi dolor por el aborto para poder despejarme, sabía que quedándome en la cama llorando hasta dormirme no me ayudaría en nada y mucho menos devolvería al bebe.
Así que estos días había estado nuevamente haciendo postres y enseñándole a Chiara hacer su propio pastel de chocolate aunque Luca no parecía muy de acuerdo con eso ya que decía que su vida corría peligro bajo las manos de Chiara.
—Yo creo que has mejorado—le digo a Chiara
—Esta horrible—hace una mueca
—No es cierto, solo le falta un poco más de relleno y mojar más el bizcocho, la idea es que esté mojado, no tan seco y sentir que comes una masa más—le explico
—¿Quieres probar?—le ofrece a Luca
—Por el bien de mi vida y por mi salud me niego a probarlo, no se si tiene veneno por ahí
—¿De qué sirve envenenarte? No gano nada —confiesa Chiara
—Tienes razón, pero los pasteles de chocolate solo serian para ti—responde Luca
—Con Flavio viviendo en esta casa, no lo creo—intervengo—últimamente esta muy