Adara Santoro
Estos últimos días me había sentido extraña, como si fuera a agarrar una gripe muy fuerte.
A veces cuando me levantaba de la cama o de algún lugar me mareaba provocando que me tambaleara, las comidas me empezaban a dar asco y mis senos estaban sensibles, a veces sentía un dolor en mi cuerpo que me hacía querer quedarme todo el día en la cama.
Sinceramente no sabía que me pasaba y estaba empezando a pensar en llamar al doctor de la familia para que me revisara.
Escupo la espuma que se había formado en mi boca mientras cepillaba mis dientes, aún era demasiado temprano como para levantarme, hasta Hades seguía dormido. Por alguna razón había despertado más temprano de lo normal, siempre era Hades quien se despertaba antes que yo, pero esta vez fue al revés.
Mientras enjuagaba mi boca, sentí un revoltijo en mi estómago, escupo nuevamente y limpio mi boca mientras me miraba al espejo, mi estómago se tensó y sentí como algo subía por mi garganta. Camino al retrete y me arrodill