Capitulo 4

Kira Santoro

Un mes más tarde

6 de Agosto 2040.

Mi madre termina de acomodar el vestido de novia mientras que mi tía Emma termina de maquillarme y tía Zaria de peinarme.

Había sido un mes movido, mi madre me había ayudado con todo al igual que mis tías, no sabía como mis tías y madre pudieron hacer todo esto.

—Te ves hermosa—me dice tía Emma

—Adara, esta bien que deba de lucir su figura pero vas asfixiarla—dice tía Zaria a mamá

—Esta bien—frunce el ceño mamá

—Lo está—aseguro

—Aún no puedo creer que tu padre haya aceptado esto—susurra mamá

—Estaré bien—digo ya cansada del tema

—Te iras, Kira—murmura mamá

—Esto ya pasaría, que papá haya querido retrasar todo lo más posible es distinto

Mamá solo suspira y me sonríe levemente, se acerca a Bianca para terminar de ayudarle con su vestido y mis tías se alejan dejándome ya lista. Sonrió complacida al ver lo hermosa que estaba.

—Nosotras nos iremos adelantando—avisa mamá tomando la mano de Bianca—en diez minutos más debes de salir.

—Claro—asiento

—Tu padre te estará esperando en la entrada, solo debes de ir sola hacia el lugar nada más—me asegura mamá

—Esta bien—le sonrió 

Las mujeres salen dejándome sola y suspiro para sentarme en la cama, estaba nerviosa ya que dejaría gran parte de mi vida ahora mismo. No sólo me casaría con Jared si no que debía entregarle mi virginidad como era de costumbre en estos matrimonios.

Trato de no pensar mucho la verdad, sabía que mientras más pensaba en lo que pasaría luego de la fiesta de la boda los nervios estarían a mil y eso no era la idea.

Unos diez minutos después bajó por las escaleras hasta la entrada y dos soldados de mi padre me esperaban, me ayudan a subir al auto y partimos hacia el lugar donde celebraría mi boda.

Miro por la ventana mientras que el ramo estaba sobre mi regazo, jugueteo con mis manos mientras que avanzábamos por la calle, todo había sido cerrado para así no sufrir algún tipo de inconveniente.

Un fuerte estruendo me hace sobresaltarme y uno de los soldados de mi padre mira por el espejo retrovisor. Volteo a ver y tres camionetas negras nos seguían en plena calle vacía mientras que varios hombres se asomaban por la ventana lanzando disparos.

Una de las balas llega al neumático y provoca que el auto empiece a perder el control, me agarro de los asientos mientras que agachaba la cabeza evitando que me hiciera daño. Una fuerte sacudida me hizo jadear y los disparos junto el sonido de las llantas contra la acera me hizo tragar grueso

Más disparos se oyeron y evito asomarme para que ninguno me llegara a mi. Uno de los soldados estaba inconsciente sobre el volante mientras que el otro disparaba a los atacantes, pero le dieron en el hombro y brazo provocando que bajara las armas.

Abrieron la puerta del auto y me sacaron a jalones de él empujándome hacia las camionetas, trato de poner resistencia pero fue inútil ya que me pusieron un paño en mi rostro impidiendo el oxígeno de mi cuerpo obligándome a perder la consciencia.

•••••••

Hades Santoro

—¿Por qué tu hija no llega, Hades?—pregunta seriamente Mattheo

—Seguramente se retrasó—respondo mientras marcaba a mis soldados

Nuevamente soy mandado al buzón de voz y gruño molesto mientras volvía a marcar. Kira tendría que haber llegado hace ya más de veinte minutos pero aun no aparecía provocando murmullo de los invitados.

Adara me mira sin entender nada mientras que Raven marcaba el celular de su hermana.

—¡Vayan a ver las calles!—les grito a mis hombres

Rápidamente se suben a los autos y desaparecen para irse hacia las calles donde Kira tendría que estar. Vuelvo a marcar a uno de mis hombres tratando de recibir alguna respuesta pero nada. Nuevamente a buzón de voz.

Trato de no perder los estribos al no saber nada sobre mi hija y Bianca corre hacia mí con su vestido rosa palo.

—¿Dónde está Kira, papi?—pregunta

—No lo sé ,princesa—respondo—pero seguramente debe venir por ahí.

Bianca asiente y corre para ir a jugar con su prima Lia. Vuelvo a marcar mientras que Adara se acercaba a mi bastante preocupada, nuevamente soy llevado al buzón de voz y gruño molesto.

—¿Qué está pasando, Hades?—pregunta preocupada—¿Dónde está Kira?

—Eso trato de averiguar mi amor—le respondo

Vuelvo a marcar y no recibo ninguna respuesta. En ese instante una llamada de mis soldados entra a mi teléfono y atiendo de inmediato.

—¿Sabes algo?—pregunto

—Jefe, el auto donde venía su hija fue atacado—me informa y siento como mi cuerpo se tensa de golpe—su hija no se encuentra en él y ambos soldados están heridos e inconscientes.

Cuelgo la llamada de golpe y Adara me mira aun más preocupada.

—¿Qué ha pasado?—pregunta

—¡Raven!—grito llamando a mi primogénito

Raven camina hacia mí rápidamente siguiendo el paso y Adara hace lo mismo.

—¡Hades!—me grita mi esposa y la volteo a ver mientras que los invitados parecían no entender nada—¿Qué pasa?

—Se llevaron a Kira—informo y luego miro a mis hombres—. ¡Lleven a todas las mujeres y más pequeños de mi familia al hotel y póngalas a salvo, luego se unen a la búsqueda!—grito

Todo el mundo empieza a moverse mientras que tanto mis hombres como los de Mattheo se empiezan a unir a la búsqueda de Kira.

Me dirijo con Raven hacia las calles de la ciudad y el marca por su teléfono mientras que conducía a toda velocidad.

Al llegar al lugar me acerco hacia el auto estrellado. En el suelo estaban los dos soldados encargados de la seguridad de mi hija. Ambos inconscientes.

Uno de ellos tenía dos heridas de balas, uno en su brazo y otro en su hombro mientras que estaba inconsciente y lleno de golpes. Revisó el auto donde había rastro de sangre y los vidrios estaban rotos, el ramo de flores estaba sobre el asiento.

—Revisen las cámaras de las calles—ordeno a uno de mis soldados—. ¡Quiero a diez mejores soldados por grupo y en cada dirección posible buscando a mi hija! ¡No permitan que salga de Los Ángeles!

Me subí a un auto con Raven y salimos en dirección en busca de Kira. Mis nudillos estaban blancos por la presión ejercida sobre el volante.

—Papá—me llama Raven

—¿Qué sabes?—pregunto directamente

—A las primeras horas de la mañana entraron tres camionetas negras a la ciudad y de vidrios polarizados, sin patentes. Ellos se llevaron a Kira—me muestra una fotografía donde Kira es subida a una de las camionetas a la fuerza pero el rostro de sus atacantes no eran conocidos para mi.

Luego de horas de búsqueda de Kira, la medianoche llegó a Los Ángeles provocando que me viera obligado a volver al hotel donde nos hospedamos.

Entró al gran edificio y me dirijo a la Suite. Al entrar en ella Adara rápidamente camina hacia mí con sus ojos rojos e hinchados por el llanto, en sus mejillas aún había rastro de lágrimas al igual que Bianca.

—¿Dónde está, Kira ?—me pregunta

—Amor—acaricio sus brazos

—¿La encontraste?—se desespera—. ¿¡Dónde está mi hija!?—me alza la voz

—Fue secuestrada—le comunico—y no sabemos quienes fueron...

—No. No. No. No—niega repetidamente mientras sus ojos se llenaban de lágrimas. Raven hace una mueca mientras que Adara se aferraba a mi llorando desesperadamente por la desaparición de nuestra hija.

Por el rabillo del ojo veo como Matteo y Dante estaban tristes y preocupados por su hermana, mientras que Bianca estaba en los brazos de Raven llorando por Kira.

Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP