Punto de Vista de Judy
Tabby estaba un poco achispada cuando llegó. Me mostró una gran sonrisa y envolvió sus brazos alrededor de mí en un gran abrazo. Se veía exactamente igual que la última vez que la vi, pero más fuerte, y su cabello estaba más corto.
—Hueles a tequila —me reí entre dientes, jalándola dentro de la habitación.
—Acabo de regresar de una patrulla y tomé algunas copas con otros de la fuerza —admitió—. Te llamé desde el bar al final de la calle.
—Es tan bueno verte, Tabby —fui sincera. Había extrañado a mi amiga, y me sentía mal no haberle dicho que iba a estar en su región. Pero ella estaba aquí ahora, y eso era todo lo que importaba.
—¡Tabby! —exclamó Nan, abrazándola después—. Me preguntaba cuándo iba a poder verte.
—Bueno, si me hubieran dicho que estarían aquí este fin de semana, me habría asegurado de verlas antes.
—Apenas llegamos esta mañana —le dije—. Pasamos el día descansando, tenemos jet lag y estamos exhaustas, pero realmente necesitamos una noche de chicas.