Fruncí el ceño.
—¿Un futuro en la manada? —pregunté, levantando las cejas. Judy no tenía futuro en esta manada; la iba a llevar a casa en el momento en que terminara aquí. Iba a vivir conmigo en la villa y criar a nuestro bebé cerca de nuestras familias. Eventualmente le daría una posición en la Fuerza de Élite Gamma para que pudiera perseguir aquello por lo que había trabajado tan duro.
Lucy asintió.
—Sí —respondió—. Hablé con él sobre eso anoche. Quiere ofrecerle una posición en su fuerza después de su licencia de maternidad. Le está permitiendo quedarse en la manada tanto tiempo como quiera.
La ira corrió por mí; sabía que Judy era la madre de mi futuro bebé. ¿Por qué carajo le ofrecería tal posición sabiendo que yo estaba planeando llevarla a casa conmigo? Quería preguntarle a Lucy, pero algo me dijo que me lo guardara por ahora.
—Necesito hablar con él —dije entre dientes, mi mandíbula apretada.
Lucy notó la expresión en mi cara, y frunció el ceño. Asintió, y se apartó de mi camin