Camila
Nunca me he considerado una persona buena, creo que me falta mucho para serlo, en especial cuando cambié el rumbo de mi vida por malas decisiones. Pero ahora no solo no he sido buena, he sido peor que Will y no sé como sentirme al respecto.
—Muy bien Camila, eres la mejor. Definitivamente somos tal para cual. Procura no tardar mucho cuando presentes tu carta de renuncia, te estarán esperando para que podamos celebrar.
—No tengo nada que celebrar.
—Te equivocas, al final no fui yo quien hizo esto, esta obra de arte es tuya… —Pasé saliva.
Creo que ya perdí la cuenta de las veces que he hecho cosas que parecen buenas, pero que son lo opuesto, muy malas ante los ojos de los demás y ante mi conciencia, esa que prácticamente debe estar extinta.
Salí de la oficina de Will con un nudo en la garganta, era mejor así, terminar con todo pronto antes de que después fuera demasiado tarde.
—Camila —me giré cuando escuché a ese hombre, el abuelo supuestamente amoroso de Alan—. Me permit