Alan
Llegué hasta la casa, luego de esa pequeña discusión con mi abuelo y una gran decepción que me llevé solo podía buscar la manera de saber como deshacerme de ellos.
Los perros guardianes de Will se atravesaron evitando que pudiera pasar.
—Lo siento, pero no puede ingresar a la propiedad.
—Ustedes aquí no me prohíben ingresar a mi propia casa. Si Willie dio la orden, me importa muy poco. Si ustedes valoran un poco su trabajo lo mínimo que pueden hacer es no ponerse en mi contra.
—Tenemos órdenes precisas de no dejarlo entrar. Le pedimos que se retire porque no queremos hacerle daño.
—Está bien díganos que me retiro, solo quiero saber el por qué Will no me deja entrar a la casa, quiero saber si ella está bien —hablé mirando hacia dentro de la casa.
Comienzo a sentir una desesperación en el pecho imaginando lo peor. Aquellos hombres no dicen nada simplemente se miran y continúan con su postura firme de estar allí y evitar que yo pueda entrar.
Sentí la impotencia invadiendo mi c