―¿Te sientes mejor, cariño?
Asiente en respuesta, antes de soltar un bostezo y acurrucarse sobre mi pecho.
―Estoy mejor, Ethan.
Le doy un beso en la frente y hago cosquillas en la espalda con mis dedos mientras espero a que se quede dormida.
―Duerme, cariño, estás a salvo conmigo.
Me quedo con ella a su lado hasta que logra quedarse dormida. Le doy un beso en los labios y me levanto de la cama. No puedo quedarme de brazos cruzados, en tanto ese hombre anda suelto y se convierte en una seria amenaza para nuestra seguridad, sobre todo, para la de Victoria.
Aprovecho la oportunidad para llamar a Evans, un gran amigo y dueño de una empresa de servicio de seguridad, dedicado a brindar protección y a realizar investigación y seguimiento a objetivos.
Responde mi llamada al primer repique.
—Ethan Callaway… ¿Cuánto tiempo sin saber de ti?
Abandono la habitación y me dirijo hasta la sala.
—Lo mismo digo, Evans.
Abro las puertas del balcón y salgo al exterior.
—Y dime, Ethan, ¿me lla