Los siguientes días en la finca fueron maravillosos, estuvimos una semana entera haciendo paseos románticos y acumulando recuerdos hermosos que se convertirían en anécdotas para nuestros hijos en un futuro.
Junto a Liam y Sami compartimos días mágicos. Mientras ellos empezaban a dar sus primeros pasos como pareja , nosotros lo hacíamos como matrimonio.
Aquella mañana era la última que pasaríamos en la calma del valle y el romance idílico llegaría al final dando paso al rutinario compromiso con la vida . Todo dejaría de ser rojo pasión para volverse una mezcla de colores entre vivos y menos vivos , con las cosas buenas y malas de la vida.
Era como tener un maquillaje doble,un lado muy común y neutral , contrastado por el otro lado con uno más relajado.Decidí d