Ian Estephano
Había muerto,mi mujer había muerto.Ni siquiera la había podido despedir, quería haber llorado sobre su tumba y haberle dedicado unas hermosas palabras , esas que solo ella sacaba de mi y que ahora ya nunca podría decirle.Estaba muerto por dentro .
Por fuera, había tratado de matarme también, pero no lo había logrado.Ni para eso servía ya, mi hermano me había descubierto y lo había impedido. Quería que sufriera en carne viva el dolor de su perdida.Decía que así como yo le había quitado todo, el me lo había quitado ahora y que sería más feliz, si me veía sufrir. Él había provocado el accidente y yo no podía reaccionar para denunciarlo, no ten&ia