Joaquín
Ser un alfa siempre tenía sus ventajas y desventajas a la vez. Atraía la mirada de cientos de personas sobre mí esperando el momento correcto de hacer algo malo, ser la burla y la habladuría, hasta que conocieran a otro para calmar su sed de arruinar a más pobres canallas de sus lenguas. La empresa de mi papá era una herencia que venía desde cuatros generaciones y que él mantuvo en lo alto como lo hicieron los demás. Sabía que esa responsabilidad también recaería sobre mí. Ya estaba harto de ser perfecto y de mostrar algo que no era; la única persona que no me hacía sentir tan miserable era mi hermosa hermana Analía. Ella era mi omega perfecta. Siempre amé a Analía desde que era un niño hasta la edad adulta. Sabía que lo que sentía por ella no era un amor de hermano común, pero anhelaba siempre guardar su inoc