Marius me miró como si hubiera hecho una pregunta tonta y sin sentido, pero de repente vi algo cruzar su expresión.
Inseguridad, se había sentido inseguro por un momento con lo que había dicho, pero tan rápido como ese sentimiento surgió, desapareció y dio paso a una expresión impaciente y ruda, que era su habitual.
—Creo que no entiendes lo que pasa aquí. Kilian puede regresar, y si eso sucede, será con malas intenciones, querrá que esté a su lado. Pero si prefieres quedarte en tu cuarto, está bien. — Anunció él y se dio la vuelta, dándome la espalda.
Lo toqué en el brazo levemente, para que se girara.
—No vamos a dormir en la misma cama, ¿verdad? —pregunté, dudosa.
El macho se giró y podría jurar que una sonrisa maliciosa cruzó su rostro, pero rápidamente se puso serio.
—Puedes dormir en el suelo si quieres.
Puse las manos en las caderas, indignada.
—¿Hablas en serio? ¿Vas a dejarme dormir en el suelo mientras tú duermes en la cama?
Marius revolvió los ojos y se dio la vuelta, camin