Narra John
Sigo dando bala a diestra y siniestra, el bando contrario no da tregua y no pienso rendirme hasta tener la maldita cabeza de la escoria de Greg en mis manos, ese hijo de puta tiene los días contados.
Mis hombres me cubren las espaldas y uno se me acerca histérico.
—Señor Fortein tenemos un problema —dice al borde del colapso.
—¿Qué pasa? —pregunto expectante a su respuesta.
—Acaban de secuestrar a Jade —dice bajando la cabeza y por instinto le suelto un tiro entre ceja y ceja, el impacto hace que caiga inmediatamente al suelo mientras un charco de sangre rodea su cadáver.<