Narra Tatiana
Horas atrás...
—Aquí tienes para que huyas y no te maten —le entregué el dinero y los papeles falsos.
—Gracias —agradeció con la cabeza baja—, no le hagas daño por favor —me suplicó.
—Ya sabes lo que haré y estuviste de acuerdo, así que no seas marica y lárgate de aquí —le di la espalda y me fui de ahí.
Esté chico me enseñó que por amor y egoísmo podemos hacer cualquier cosa, incluso vender a la persona que supuest