El Juego de la Manipulación
Diego había aprendido a moverse en las sombras, a tejer sus trampas con precisión. Su visita a su hija no fue más que una jugada estratégica, un intento de desviar cualquier sospecha mientras comenzaba a vaciar la cuenta bancaria de Verónica, poco a poco. Había mucho dinero en juego, y aunque no sabía exactamente de dónde venía, estaba seguro de que ella tenía acceso a una suma considerable. Y si ella lo tenía, él lo obtendría.
Sabía que su plan funcionaría. Lo había hecho antes, había logrado engañar y manipular a Verónica en el pasado. Pero lo que no entendía era que ella ya no era la misma. Verónica había crecido, había aprendido de sus errores, y ahora estaba lista para enfrentarse a él con la fuerza que antes le faltaba.
Después de un breve encuentro con su hija, Diego se dirigió a la empresa donde trabajaba Verónica. La vio salir sola y aprovechó la oportunidad para interceptarla. Intentó abrazarla, mostrarle una fachada de afecto, pero ella lo rec