Capítulo: “Más que hermanas”
La mañana amaneció con una paz extraña, de esas que no vienen del silencio del entorno, sino del interior. Paula despertó sintiéndose diferente. Había dormido con la carta de Mateo aún sobre su mesa de noche, como un recordatorio de que había cerrado un capítulo.
Ese día tenía sesión con la psicóloga. Pero no estaría sola.
Eleonor la acompañaría.
—¿Estás lista? —preguntó su hermana al entrar a su cuarto, con una sonrisa suave, un poco nerviosa.
Paula la miró desde la cama, aún en pijama, con los ojos tranquilos y la voz serena.
—Sí. Más que nunca.
Ambas llegaron al consultorio con las manos entrelazadas. No fue planeado, simplemente sucedió. Como cuando algo encuentra su lugar después de haber estado desacomodado por mucho tiempo.
La psicóloga —la misma que había ayudado a Georgina, una mujer cálida, con ojos amables y voz firme— las recibió con una sonrisa genuina.
—Bienvenidas. Las estaba esperando.
Paula se sentó primero. Eleonor a su lado. N