94. Volvió por ti
Carol
Tuvimos que lidiar a la mañana siguiente con la peor resaca de nuestras vidas.
Ordenamos el desayuno al cuarto y nos quedamos comiendo, aunque el más pequeño ruido nos molestaba, incluso para hablar entre nosotras teníamos que murmurar, así que el día consistió en susurros y comida, al menos eso último nos había puesto de mejor humor.
Nos limitamos a quedarnos en las camas revisando el celular, o en mi caso, leyendo un poco.
Ximena descubrió una bebida que podría ayudarnos a no sentirnos tan mal y que por suerte se vendía aquí en el hotel, cuando la trajeron al cuarto nos quedamos viendo la bebida, tenía un olor horrible y si me lo preguntan parecía vomito cosa que empeoraba la situación.
—Internet no miente, Carol —volvió a ver la bebida un tanto dudosa —bueno, a veces, pero esto es diferente, leí que en serio te ayuda a acabar con la resaca.
—No me fio, Xime, su aspecto no ayuda mucho que digamos.
—Pues tendremos que arriesgarnos porque yo ya no aguanto la cabeza ¿A las tres?