93. Necesito tu ayuda
Carol
—¿Le estás contando a Klaus tus desgracias?
—Síp —responde sin mirarme y sigue tecleando —le diré que de nuevo me han robado el celular y algo de dinero, tiene que saberlo.
—Podrías esperar hasta que volvamos y lo veas.
—El chisme nunca descansa, amiga.
—Ya lo noté, me alegra que sean así de unidos.
Levanta la mirada para encontrarse con la mía y me da una sonrisa de lado.
—Es lindo al fin tener alguien en quien confiar.
—¡Oye! —molesta, tomo mi cojín y se lo aviento—, ¿yo estoy pintada o qué?
—Eres mi mejor amiga, lo sabes, pero también es bueno que tu pareja sea también como un amigo —intenta reprimir una risa—. Deberías ver a Klaus cuando le cuento algo, se emociona más que yo, parecemos dos señoras criticando la vida de los demás y me encanta.
—Era justo y necesario que encontraras una persona como él.
—Corrí con suerte.
Apagamos las luces a excepción de la lámpara que se encuentra a su lado, ella sigue escribiendo, quién sabe qué tanto le dirá a Klaus, seguro qu