34. También es de confianza
Ximena
Aprovecho que mi horario para entrar al trabajo es hasta tarde y paso a casa de mis abuelos, ellos están bien, pero quien más me interesa es el pequeño que viene corriendo para abrazarme.
—¡Ximena!
—Hola, mi vida —me hinco para poder abrazarlo mejor —¿Cómo has estado?
—Muy bien ¿La abuela ya te enseñó mi tarea? Tienes que verla, me ha quedado genial.
Su cabello negro me recuerda al de su padre, los chinos a los de su madre, ni hablar de los ojos, son los de Camille y en cuanto actitud, es como ver a una mini yo, pero en hombre. Santi regresa con su libreta y me muestra lo que ha hecho.
—Es un dibujo.
Contengo las ganas de llorar cuando veo que soy yo, el título dice “Mi heroína” estoy tomando la mano de Santi, me ha dibujado con todo y capa.
—Es un dibujo precioso, corazón.
—Es que eres mi heroína, haces muchas cosas.
—¿De verdad crees eso? —asiente feliz.
—Me das comida, juguetes y te enfrentas a los villanos por la noche.
Ojalá que nunca crezca, así no sabrá que me acuesto co