28. Amenazas vacías

Carol

De cualquier forma, tenía que ser yo la que se mantuviera al margen de esta situación, no podía dejar que ahora también Ximena tuviera un colapso.

—Estaremos bien, tú misma lo has dicho.

—¿Y si algún loco desquiciado llega a matarnos?

—Xime no creo que

—¿Y si se aprovechan de que Mark se ha ido? —pregunta aún más asustada.

—Dudo que

—¡Podríamos morir! —y tras aquel grito obtiene algunas miradas de los médicos.

—¿Podrías bajar la voz? —susurré —ya te dije que nada nos va a pasar.

—Espero que tengas razón.

—¿Señora Lancaster? —se acerca una mujer con bata blanca.

Asumo que es la doctora. Haré de cuenta que no me ha emocionado escuchar «Señora Lancaster» Yo en realidad no soy su esposa, no imagino porque se dirigen a mí de esa forma.

—Fue el señor Lancaster quien la puso como contacto de emergencia recientemente, además de su guardaespaldas, mencionó que era su esposa.

Xime me golpeó con su codo para que reaccionara.

—Ah, sí, soy su prometida en realidad, pero ¿A quién le importan
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP