EL PODER DEL AMOR. 1
Narrador.
Cuando Karim llegó a su aposento allí estaba ella acostada con el rostro pálido y muy sudado por el dolor que pasaba y con la sábana totalmente empapada de sangre.
—¡¿Efraín porque sigue en esta habitación?!— le gritó al doctor de la manada tirando de su propio cabello, y dio la vuelta en círculo cuando la vio totalmente desangrada, había pasado lo mismo que con Fátima se estaba desgarrando por dentro.
—Señor no podemos moverla, — le respondió con voz triste ahorrándose la parte del porqué no pueden hacerlo.
—¡Charlotte amiga eres tú! — chilló Samanta estupefacta y corrió a abrazarla dejando a todos perplejos. Le tocaba la cara con agitación mirando que la chica que defendía ya no es ni la mitad de la rebelde que conoció.
—¡Sam me has encontrado!—. Charlotte a pesar de todo sonrió calmada y sin llorar.
—Dime que no, por favor— rogó Samanta llorando como niña, había perdido a toda su familia y ahora está viendo como su amiga se muere frente a su