¿Quien estará amenazando a Nataly de esta manera tan silenciosa? ¿Se les ocurre algo?
ROSARIO GARCÍA Me siento sola. Haberme enterado de quién es el padre de Christian solo hace que me aisle más porque me dan profunda vergüenza contarlo y se que esto recién comienza. Mí madre podría sufrir un infarto si supiera que él sacerdote de la iglesia donde ella va es el padre de su único nieto. Con mi padre tampoco quiero hablar porque se que me diría que esta no es la educación que él me brindó. No quiero ver la desilusión en sus rostros ni tampoco que se avergüencen más de mí. Cuando golpean mí puerta y veo que se trata de Nataly me siento tranquila, aunque tampoco me atrevo a decirle las últimas novedades. Intuyo que lo que hablemos se lo dirá a Ricardo y prefiero que él no sepa nada de mí. Preparo dos tazas de te y ella permanece en silencio. Es incómodo no saber de que hablar, pero más la sensación de que algo le ocurre y no me lo dice. -Fui a la casa de tus padres y me dieron tu nueva dirección. No sabía que te mudaste, ¿Por qué no me lo dijiste? -Tuve que
ROSARIO GARCÍA Daniel llegó por la mañana cuando estaba tranquila porque tendría un día libre en mi trabajo por ayudar a una compañera. Él estaba vestido de una manera que lo hacía ver sexy, aunque al usar el distintivo en su cuello que indica que es sacerdote le quitaba un poco el encanto. -¿Podemos hablar?- Me preguntó bastante serio y eso solo podía significar malas noticias -Presiento que lo que vienes a decirme no va a gustarme -No es nada malo, aunque no se cómo lo tomes tu. Quiero que vayamos ahora para iniciar los trámites correspondientes para que Christian sea O'Higgins -Si, son malas noticias. ¿Pensaste en lo que ocurrirá cuando él sea legalmente tu hijo? -Lo hice y afrontaré las consecuencias como corresponde. Tenemos el coche esperando afuera Me cambié de ropa y luego de abrigar a Christian salimos. Las miradas de la gente son algo que me duele. Se que Daniel no es culpable ni yo tampoco, pero hay quienes nos miraron como si lo fuéramos. Tal como esperé e
ROSARIO GARCÍA Los días transcurrieron y la policía no volvió a visitarme ni a mi ni tampoco a mi lugar de trabajo. Eso lejos de dejarme tranquila me preocupa porque siento que algo muy malo está ocurriendo. El temor de ser implicada en algún acto criminal me produce intranquilidad. Luego de tener un niño de un sacerdote ya no se que más podría ocurrir. Nataly me escribió esporádicamente para preguntarme por Christian y aunque he pensado contarle que descubrí el origen de mi hijo, no he tenido el valor para hacerlo. Se que ella es mi amiga, pero he sentido que nuestra amistad ya no es la misma de antes. Adoro a Nataly y no olvido todo lo que hemos compartido, pero siento que algo ha cambiado luego del nacimiento de mí hijo. No sé a qué se debe la sensación que albergo en mí pecho, pero no puedo evitarla. Recibí un mensaje suyo mientras estaba trabajando y eso me resultó extraño porque no es el horario en el que suele escribir. El contenido de dicho mensaje me impactó. "
RICARDO FONTANA Desde que me he separado de Rosario he vivido en el eterno recuerdo y también en la comparación de lo que vivimos. Cabe destacar que no siempre fue así, porque en principio sentía muchísima rabia por su infidelidad, algo que ha ido cambiando. Jamás perdonaré a Rosario por tener al hijo de su amante, pero se que podría haber perdonado su infidelidad. Me hubiese costado hacerlo, pero se que yo también le fui infiel. En la actualidad han habido otras mujeres, no solo una. Quien sabe de mis andanzas es Nataly pero ella jamás hace algún reclamo porque no somos más que amigos con algunos beneficios adicionales. Estar con otras mujeres solo me ha hecho comparar a lo que tenía con Rosario. He tenido sexo satisfactorio, no voy a negarlo, pero no se ha comparado con Rosario. Ella era cálida conmigo, cariñosa y no solamente por el momento de pasión, sino que disfrutaba estar entre mis brazos. Con ella no todo era una provocación sexual, sino que había algo mucho más p
ROSARIO GARCÍA Ha pasado un mes desde que fuimos a hacer los trámites pertinentes para que Daniel reconociera a Christian como su hijo y eso no es algo que me haga sentir bien. Cada día que ha trascurrido desde mí divorcio se ha convertido en un desafío personal para salir adelante por mis propios medios y cuidar de mi hijo económicamente para que nada le hiciera falta. Creí que podría vivir con la incertidumbre de quién era el padre de mí hijo por más de que no pudiera comprender como eso sucedió. Fue muy duro todo lo que viví, pero con la llegada de Daniel a nuestras vidas no puedo sentirme tranquila. Daniel es un buen hombre y me apoya económicamente aunque aún pretendo salir adelante sola. Él me ha traído dinero y también me ha enviado ropa y pañales para Christian, usando de intermediario al chófer que nos llevó a hacernos la prueba de ADN. Estoy admirada por él y por la valentía con la que enfrenta ésta nueva responsabilidad que es para toda la vida; me gustaría a mi
ROSARIO GARCÍA Un nuevo día comienza y voy a llevar a Christian a la guardería para irme a trabajar. Mi vida no es normal así lo quiera y se que en algún momento tendré que afrontar más problemas de los que deseo. No sé con quién hablar de todo lo que siento porque no quiero ser juzgada y por obvias razones ir a confesarme ya no es una opción. No sé cómo haga Daniel con todo lo que le ocurre, pero se que para él también vendrán tiempos difíciles en cuanto Christian lleve oficialmente su apellido. Me aterran las consecuencias que tendremos los dos y también en lo que pase cuando nuestro hijo sea mayor. Fui a mi trabajo con la mejor predisposición como cada día. Detrás de mí sonrisa disimulo todos los problemas que se avecinan y la preocupación por lo que aconteció con la madre de Daniel. Esa mujer me aterra porque se que si el dinero y el poder se usan para el mal pueden causar mucho daño. Cuando acabé mí turno me apresuré a salir para recoger a Christian y finalmente ir a
ROSARIO GARCÍA Daniel y yo pasamos un momento tenso. Quisiera creer que yo me llevé la peor parte, pero que su propia madre actúe de un modo tan irracional se que no debe de ser nada lindo para él. Tomamos el café en silencio. Ninguno de los dos sabía exactamente que decir, pero tengo claro que nuestra única preocupación ahora es Christian. Realmente valoro que él sea un hombre capaz de defender a su hijo aunque su madre fuera una completa desquiciada. Se que en otras circunstancias probablemente él intentaría justificar un modo tan irracional de actuar, conozco casos así. -¿Quieres que prepare la cena?- Me ofreció al ver qué aún el equipo de seguridad no llegaba -¿Sabes cocinar?- sonrió por primera vez en el día -Ya es tarde Rosario, los dos tenemos hambre y se que puedo preparar algo para los dos. No seré un chef pero se que puedo cocinar- Volvió a sonreír -Cuida a Christian mientras yo preparo algo. Soy una chef después de todo- Me puse de pie y fui rápidamente a
DANIEL O'HIGGINS Jamás dormí con una mujer hasta que compartí la cama con Rosario después de un momento de tanta tensión para los dos. Soy un hombre religioso y casto, jamás tuve intenciones sexuales con nadie y nunca le di la oportunidad a ninguna mujer de propasarse de alguna manera ni deseé que lo hiciera. Lo inesperado para mi fue ser tocado por Rosario mientras estábamos en la cama. Ella dormía, por lo que no puedo culparla de nada, aunque no comprendo cómo acabó teniendo ese impulso extraño, atrevido y descarado. Nos dormimos nuevamente y he de admitir que ella es una mujer inquieta que me destapó toda la noche. Opté por abrazarla y me quedé profundamente dormido, aunque al despertar lo hice con una erección que ni el pantalón lograba disimular totalmente. Me aparté de Rosario y fui al baño para que ella no pudiese verme en este estado tan penoso. Acabé mojando mis partes privadas con agua fría y luego de secarme respiré profundamente. Cuando volví a la habitac