Dustin vio a su hermano agitar el brazo cuando arrancó el auto para dejar el lugar, Leila se estaba ajustando su cinturón de seguridad y verla de reojo, hizo que la deseará más de lo que había provocado ella cuando estaban hacía minutos atrás. Estiró uno de sus brazos para apretar sensualmente su muslo, y provocando que ella se removiera en el asiento de copiloto.
—¿Por qué mentiste? —preguntó la joven sin verlo.
—Porque me dieron ganas de estar contigo a solas, y no quedaba bien que lo dijera. Sabes lo reservado que es mi hermano. —Giró a verla cuando dobló en una esquina.
—¿Me has sacado de la casa solo para tener sexo conmigo? —inquirió ofendida.