La mujer simplemente sonrió y continuó su camino. Francis se encontraba ansioso por contarle la gran noticia que le habia dado su hermano, a Kimberley. El apoyo que le brindaba su hermano y el cambio de actitud de sus padres, es algo que no se esperaba. Cuando subió al auto condujo al mall para comprar las cosas que le había pedido su prometida, y mientras estaba allí, se le ocurrió una mejor idea, haría la videollamada para que se lo dijera él en persona. Tomó el camino de regreso y en pocos minutos estaba en la puerta.
Lo único que hizo fue bajar del auto y correr a la puerta.
—¡Familia ya llegué! —Cerró la puerta detrás de sí.
—Hola mi amor. ¿Trajiste lo que te pedí? —inqui