Capítulo 85
En Terraflor, con la llegada del otoño, la temperatura había descendido bruscamente. Especialmente por las noches, salir con brazos y piernas descubiertos provocaba escalofríos.

Cuando Ana salía del hospital en su coche, divisó tres siluetas familiares. Samuel y Ricardo escoltaban a Isabella, uno a cada lado. Ella iba completamente cubierta y parecía frágil como una hoja. Ana apartó la mirada con indiferencia cuando se abrió la barrera. Nunca imaginó que llegaría el día en que se enemistaria tan profundamente con cada miembro de los Ramírez. Aunque... la sensación era realmente satisfactoria. Hasta el aire de regreso a casa parecía más dulce.

Ya en el coche, Isabella se quitó el tapabocas y miró a Samuel con expresión lastimera: ―Samuel, Fabiola regresa mañana, ¿realmente debo ir así? Mi cara sigue hinchada...

¡Esa zorra de Marisol había golpeado con toda la intención de hacer daño! Al menos no le había desfigurado el rostro. Pero el dolor era real, tanto que por primera vez había hech
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